miércoles, 25 de marzo de 2009

Muerte Revelada.



El miércoles estaba algo pesado, no sabía si era por que aún tenía miedo, o por que sabía que explotaría la bomba del chico asesinado en el bosque, miré el reloj y ya se hacia tarde para ir a clases, bajé deprisa y solo di una mordida a mi tostada, me despedí de mamá y me monte en el auto de John, no quería decir lo que había visto hasta los momentos, prefería que estuviéramos todos en casa, llegamos a la Secundaria de Aberdeen y el clima seguía siendo tenue, el sol estaba oculto en alguna parte del cielo, camine a clase de Historia y estaba algo vacio el salón, me senté a esperar a que el resto de los muchachos llegara.
-Buen día, Ethan- me saludo una chica que llegaba con unos cuantos libros en la mano.
-Ni tan buenos- respondí hundiendo mi barbilla entre mis brazos cruzados en la mesa.
-¿Qué?- me pregunto confundida.
-No me hagas caso…son tonterías- le mentí.

-Seguro- dijo aun desconfiada –Esta mañana mi padre estaba algo alarmado, al parecer paso algo anoche.
-¿Qué?- pregunte nervioso, mirando como se sentaba en la mesa de al lado, sentí un repentino escalofrío.
-Deberías mirar tu cara, Ethan- dijo mirándome curiosa, trate de disimular y mire hacia la pizarra.

–Bueno, te entiendo, la misma cara puse cuando mi papá leía el diario.
-¿Pero que vieron, Rebeca?- pregunte insistente.
-Pues solo escuche que vieron a un chico muerto…vaya…pero como tenia prisa por venir, no preste mucha atención- terminó diciéndome encogiéndose de hombros, yo la miraba inquieto pero al notar que ella me miraba como asustada volví la vista a la pizarra.


El salón se fue llenando y luego entro la Sra. Baldini, una clase totalmente aburrida, debo admitir que mis pensamientos se enfocaban en otros incidentes que la guerra de Troya. Sonó el timbre y me dirigí a la cafetería, ahí estaban Andy, Wendy y Michael, me pregunté donde estaría John, y cuando lo busque lo vi solo en una mesa junto con una chica que reconocí al instante, sorprendido me senté para hablar de cualquier cosa que no tuviera que ver con el asesinato, y menos mal la conversación no tomaba ese rumbo, hasta que…
-¡¿Han leído el diario esta mañana?!- pregunto Zaray excitada y venía con compañía.
-Lo del incidente del bosque- respondió Michael esperanzado de acertar la respuesta.
-Pues si- premió Zaray, me saludo con un abrazo al sentarse y nos miró a Wendy, Andy y a mí esperando a que le preguntáramos que había pasado, de mi parte no tendría pregunta, quería hacerme el loco con respecto al tema, pero Wendy tuvo la osadía de preguntar. Sinceramente en ese momento deseé que fuera muda.
-Pues al parecer lo encontraron desmembrado- respondió Zaray.
-Que asco, pobre chico- habló la amiga de Zaray.
-Pero como desmembrado, mi papá ha dicho que vio el cadáver del chico, y en su cuello tenia la marca de una mordida- resoplo Michael.
-¿Mordida?- repitió Andy mirándonos a Wendy y a mí tenuemente.
-Si, mordida- puntualicé sin darme cuenta de que había hablado. En seguida las miradas se giraron a mí como flechas, solo pude desear que me tragara la tierra.
-¿Cómo aseguras que fue una mordida, Ethan?- me preguntó Wendy mirándome estupefacta pero con un poco de insultante incredulidad.
-Pues…p-por que me lo han dicho en Historia- mentí mirándolos a todos suplicante.
-Bueno, la verdad es que es extraño que un animal pueda morder de la forma en la que mordieron al chico- habló de nuevo la amiga de Zaray.
-Y que forma tenía?- preguntó Michael.
-Era como una especie de media luna- respondió la chica –Es extraño, solo un lobo podría morder de esa forma. Cuando dijo la palabra proveniente del Licántropo se me erizaron los pelos.
-¿Por que dices que pudo haber sido un lobo?- pregunto Michael sintiéndose insultado, Andy pisó su pie cuando notó la mirada intrigada de Zaray.
-Pues porque es lo que dicen en los diarios- respondió.
-Y los que vieron al cadáver- apoyó Zaray.
-¿Y con todo esto, a quién asesinaron?- preguntó Wendy.
-A Antoni Euse- respondió la amiga. Euse, ese apellido me sonaba, ¡Claro! Era el hijo del señor que atendía en una pequeña lunchería de la ciudad, había visto al chico unas cuantas veces en bicicleta entregando paquetes, pero ¿Cómo no lo reconocí al verlo tirado?
-Ethan estás algo nervioso- dijo Zaray al mirarme.
-¿Eh?- vacilé –Oh, no es nada, es solo que no desayune y estoy algo tenso, disculpen- mentí.
-Bueno…Laure tenemos que irnos, o llegaremos tarde a clases de Química- apuro Zaray a su amiga.
-Si, seguro- se levantó –Un placer conocerlos- sonrió y se alejó con Zaray.
-Esa muerte jamás pudo haber sido ocasionada por un lobo- hablo Michael irritado y hablando por lo bajo.
-Lo sabemos, ninguno de nosotros come humanos- apoyó Andy.
-Y es extraño, como pueden ser tan ignorantes los ciudadanos, si un lobo hubiera matado a ese chico, lo encontrarían en pedazos y con más de una mordida- comento Wendy.
-¡Exacto!- aseguró Michael –Nosotros no…
-Bueno, será mejor que vallamos a clases, Wen- interrumpí para que cortaran el tema, y la suerte estuvo de mi lado, por que justo cuando presentía que me iban a preguntar algo sonó el timbre, nos levantamos y nos dirigimos a nuestras respectivas clases, Andy y Michael se fueron a trigonometría y Wendy y yo teníamos clases de latín.
-Ethan, noté lo tenso que estabas en el comedor- comenzó a sonar la voz de Wendy en mis oídos mientras caminábamos hacia el salón.
-No me fijé- corté
-Sabes lo que está pasando, verdad?- continuó
-No…no diré nada hasta que no lleguemos a casa, Wen- corté de nuevo, esta vez con un tono de voz malhumorado.
-Bien- se convenció Wendy entrando al salón, me senté en mi puesto y Wendy un puesto mas atrás, me puse a leer un cartel pequeño que estaba cerca de un perchero y sentí un ardor fuerte en mi nariz, mire a Wendy inquieto y ella se llevo con brutalidad una mano a la nariz, su mirada era interrogatoria, pero yo no me explicaba que hacían en la secundaria y también le pedía una explicación, cuando era mas insoportable el olor me giré bruscamente y mire la puerta fijamente, ahí estaba, parada como si deseaba llamar la atención, el peor enemigo del lobo, la miré fijamente con ira y ella se percató de mi mirada, le dio una pequeña lista de asistencia al Sr. Alighieri con una sonrisa petulante y odiosa, después de que el profesor le firmo la nota se sentó en la ultima fila pasando a un lado de mi mesa, la seguí con la mirada y Wendy también la veía, aturdido mire al frente para ver la clase, pero en ningún momento logre concentrarme, se me vino a la mente la imagen de Antoni muerto y la mordida en su cuello, los Hawkind eran unos forasteros mentirosos, rompieron su palabra de no cazar en nuestra zona, pero era confuso, ¿por que el olor no me había afectado tan fuerte como ahora?, no estaba seguro, y la mejor solución era meterme en sus pensamientos, pero estaba muy lejos, y se me haría difícil. La clase terminó y Wendy salió sin esperarme, yo eche un último vistazo al puesto donde se encontraba la vampira y esta me veía con petulancia, Salí del salón preguntándome que hacia Alissa Hawkind en mi secundaria, como no fuera peor la soportaría ahora en clase de latín.


Me dirigí a clase de gimnasia, y me cambié en los vestidores, tomé mi raqueta de tenis y salí para jugar.
-Hola, Ethan- me saludó Anastasia
-Hola Ana, que tal estás?- saludé efusivamente.
-Muy bien, aunque algo alarmada con lo del…
-Por favor no lo digas, ese ha sido el tema tabú del día- interrumpí tratando de no sonar mal educado. Ella no insistió más.
-Ariadna me ha dicho que irás este sábado al muelle- dijo sonriendo.
-Oh, si, lo había olvidado…si, si iré- hablé tranquilo.
-Estupendo- se alegró, el entrenamiento empezó y lleve más pelotazos que punto de pirámide de botellines en feria, bochornoso salí cuando terminó la clase, y me dirigí hacia la salida, me monté en el coche de John y miré por la ventanilla, estaba saliendo Alissa y el resto de sus hermanos, pero faltaba uno, comencé a sentir cólera de ira y sin darme cuenta ya estábamos saliendo del estacionamiento, aún no le decía nada de lo que había visto, pero Wendy pareció alarmar a John y a Andy, porque ocasionalmente me lanzaban miradas llenas de preguntas.

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