
*Canadá, Agosto de 1975*
El bosque, un paisaje hermoso y tímido, inofensivo a la vista humana, un gran cofre que guarda los secretos de quien se los pide, testigo de millones de crímenes y casa de animales de diferentes tipos de razas, especies y tamaños, escondite de dos feroces y temidas bestias.
Entre las rocas mohosas por la humedad, plantas de diferentes formas y tamaños, arboles gigantes llenas de pequeños parásitos, todo un cuadro de distintos tonos de verdes, se encontraba una pequeña loba explorando la zona traviesamente alejada de sus padres, corría y jugaba alegremente saltando de aquí para allá, corriendo de un lado a otro, una loba de pelaje color canela, por lo pequeña que era se deducía que era un cachorro aun. ¡¡Pero qué animal tan bello!! Serian las palabras de un zoólogo con tan solo verla. Se distrajo al ver a una enorme mariposa azul que pasaba revoloteando de flor en flor, completamente maravillada la pequeña lobita la persiguió adentrándose cada vez más en el frondoso bosque, la mariposa se detuvo en una hoja grande de helechos que estaban junto a un árbol, en frente había un estrecho riachuelo que producía un sonido tranquilizador y relajante, la lobita se detuvo para sopetear un poco de agua, y así calmar su sed, luego siguió persiguiendo a la mariposa cruzando al otro lado, corrió y corrió, saltó y saltó para alcanzar al insecto volador que huía de ella…sin darse cuenta llego hasta una parte carente de arboles, un espacio singular y agradable, y ahí, miro algo que le produjo temor. Se encontraba ahí, un ser temible y aterrador, a la vez hermoso y de rostro jovial, era un hombre tan pálido como el mármol que se alimentaba de un venado, su rostro con rastros de sangre en las mejillas levanto la vista en dirección a un árbol ancho que estaba oculto entre otros delgados arboles y planta donde estaba escondida la cría de lobo, la pequeña hizo el intento de escapar volviéndose sigilosamente para no ser descubierta, pero ahí estaba, cara a hocico unos enormes ojos negros que la miraban fijamente, la pequeña loba de bello pelaje chillo de susto y corrió en vano hasta el pequeño espacio donde permanecía el cadáver del venado, lo miro fijamente temerosa, preparándose para atacar si este se le acercaba “¿El cuello o la nariz?” pensaba la pequeña lobita inocente, ahí estaba entre la vida y la muerte, no había alternativa, el bebedor de sangre era mucho más grande que ella, perfectamente con una mano podía dividirla en dos si quería, escucho el crujir de las ramas instintivamente una de sus diminutas orejas se giro en dirección al ruido que cada vez se hacía cercano…De la nada apareció un lobo negro de gran tamaño y abundante pelaje parándose en frente de la pequeña, mostrándole al “hombre” sus enormes y afilados colmillos, gruñendo dispuesto a atacar miraba fijo al sujeto, y ahí estaba otra escena templada de lujuria y futuramente de violencia, segundos después apareció detrás del cachorro una loba de mayor tamaño, y un poco más pequeña que el lobo negro, con diferencia de que esta era una hermosura mas blanca que la nieve, en sus ojos reinaba el pánico al ver a su compañero a punto de combatir con el “hombre” ensangrentado, la pequeña loba corrió para refugiarse detrás de la recién aparecida. “¡¡Luperth!!” mascullo mentalmente la loba blanca, “¡Dolly, llévate a Wendy!” ordenó el lobo negro sin bajar la guardia, "Pero..."“¡¡PONLA A SALVO!!” Sin decir más la loba desapareció entre los helechos llevándose con ella a la pequeña en el hocico.
Quedo solo vigilando que no se fuera a mover el bípedo que estaba riéndose de forma maliciosa, los arboles sonaron y las ramas crujieron, Luperth vacilo y miro hacia arriba, mas “humanos” habían llegado, montados en las altas ramas para ver una película de acción, pudo contar a siete ¡¡Estaba rodeado!! Una humana bajo como un felino del árbol para tratar de detener al bebedor de sangre.
–Logan, deja a ese perro tranquilo- le decía la hermosa mujer, Luperth la miro con desprecio por haberlo insultado y dejo salir un gruñido acercando mas el paso.
–Déjame, Luna- respondió Logan, detrás del lobo negro apareció de nuevo la loba blanca, Dolly, en apoyo e instintivamente se puso en guardia, “Vámonos, son muchos” trataba de convencer en vano, los seis bípedos que estaban minutos antes en los arboles bajaron en defensa, uno de ellos se acerco a Dolly, y le jalo de la cola por maldad haciendo que chillara de dolor, Luperth brincó sobre el atacante y en defensa Logan arrastro a Luperth haciéndolo caer lejos, los demás hicieron el intento de ayudar pero Logan no se los permitió, la batalla era solo entre el perro y él, el lobo negro se levanto sin mucho esfuerzo y se abalanzo sobre el humano mordiendo su brazo izquierdo, Logan lo golpeo con fuerza pero Luperth se defendió con un rasguño en la fría mejilla del sujeto, ponzoña salió de la reciente herida, y se alejo para limpiarla bruscamente mientras Luperth y Dolly fruncían aún más el hocico a causa del olor producido, corrió en círculos para rodear al lobo y en un repentino ataque el lobo estaba cayendo sobre una roca, Dolly, la loba blanca quiso ayudar pero Luperth ya se había recuperado, el humano no iba a poder más que él, con un ladrido brinco directo al duro pecho de este y directamente mordió su cuello, apretando con rabia su mandíbula clavando sus colmillos y salpicando de ponzoña los alrededores, siguió apretando mas hasta que en su hocico quedo la mitad del pálido cuello, que ahora solo era una cascada de ponzoña, Logan había muerto degollado por un lobo, cansado y dejando caer el “cadáver humano” se alejo, los siete humanos dejaron salir un grito escalofriante lleno de odio hacia los cuadrúpedos, los lobos salieron huyendo para salvar sus vidas, y tres de los humanos salieron a perseguirlos y acabar con sus vidas, una de ellas gritaba amenazadoramente asegurando comérselos.
Los lobos corrieron lo más rápido que pudieron y de vez en cuando echaban un vistazo para ver si estaban a salvo, pero no, hay seguían ellos, gritando y apartando cuanta rama se les atravesara, con un movimiento veloz Luperth y Dolly se desviaron hacia su guarida, tenían que poner a salvo su pequeña manada, llegaron a la cueva respirado entrecortadamente, una cueva de pasillo estrecho y gran espacio al final, cinco cachorros uno un poco más grande que el otro y de colores surtidos, estaban jugando inocentemente entre ellos mordiéndose las orejas, cuellos y patas, una inofensiva lucha entre cachorros hermanos, la lobita de color canela al ver a sus padres llegar se detuvo y se arrinconó esperando el regaño, Luperth la miro severo y esta se encogió todo lo que pudo, “¡¡Tenemos que irnos…pronto!!” dijo el lobo negro, los cachorros lo miraron extrañados por la noticia “¡¡¿Cómo pudiste alejarte de nosotros?... te prohibí alejarte demasiado!!” dedicó estas últimas palabras a la única cachorra de la manada. Dolly le dedico una mirada de suplica a Luperth para que no fuera duro con Wendy pero este no le prestó atención, “¿Pero a dónde iremos?” quiso saber el más grande de los cachorros, “Lejos de aquí, si es posible cruzaremos el mar” dijo molesto Luperth, “Pero están pequeños, Luperth” suplico Dolly “Resistiremos, solo que no podemos cruzar como animales” aseguro Luperth aun mirando a Wendy de reojo, esta se intimido y giro la cabeza para no ver a su padre, “Tú, y tu espíritu explorador” le dijo el más grande de los cachorros a Wendy, era de un pelaje amarillento, casi dorado “Will” fue lo único que pudo decir la pequeña, en tono suplicante para que no la fastidiara, ya estaba lo suficientemente apenada por lo que había hecho.
Salieron en fila india de la cueva, encabezado por Luperth y finalizado por Dolly, quien vigilaba perfectamente a los cachorros. Tenían que alejarse de ahí a como diera lugar, tenían que ponerse a salvo, irse del país si era posible, mezclarse entre los humanos, usar un disfraz, comenzar una nueva vida, todo lo que fuera necesario para alejarse de los…Vampiros.
Los tres aparentes humanos rastrearon por el olor, la cueva que era hogar de siete lobos, y al notar que ya no estaban, su furia se multiplico
–¡Juro, hacer pedazos a esos perros, cuando los encuentre!- dijo una chica, de piel lisa, morena y hermosa, cabellos ondulados y ojos dorados.
–No serás la única en deshuesar a esos apestosos, Alissa- dijo otra chica mas.
–Deberíamos irnos, este lugar huele repugnante, Alissa, Natalie- vocifero un chico alto, obedecieron y totalmente llenos de odio, los siete vampiros juraron vengarse de los malditos perros, dispuestos a mover cielo y tierra para encontrarlos.
esta genial esta Histo, es muy buena, te felicito escribes genial!!!
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