
Estaba totalmente obstinado por el olor, era molesto, pero aun así no era muy fuerte, mi hermano John condujo a casa y cuando llegamos, mi padre, mi madre y mi hermano Will estaban sentados en el comedor, fue extraño porque no era muy común, además también estaban algo incómodos por el olor.
-Hijos, acérquense, tenemos un tema que tratar- llamó mi padre, pude en ese momento entrar en su mente y saber que pasaba, pero por respeto preferí no hacerlo, nos sentamos los recién llegados para escuchar lo que tenían que decirnos viéndonos las caras y pidiendo una explicación sobre aquel olor y lo que pasaba –Bueno, como sabrán algo no esta bien…y es que nos ha llegado visita- comenzó.
-Como así que visitas, papá, explícate mejor- cantó Wendy
-Calma hija…verán, lo que se avecina no es nada normal, y puede ser peligroso- note como mi padre clavaba sus ojos en Wendy al decir la palabra “peligroso” –Hace doce años nos alejamos de esto, y al parecer nos ha seguido aquí.
-Quieres decir que…
-Si, Will, han venido, los reconozco por su repugnante aroma- al ver la seriedad de Luperth, mi padre, se me erizaron los pelos, no sabia aun que era lo que sucedía, ¿Quiénes eran esos sujetos?
-Papá… ¿de quienes hablas?- quise saber, el solo me miro ahogando una respuesta, desvié la mirada para encontrar la de Wendy y luego la de Will.
-¿Qué sugieres que hagamos Luperth?- pregunto mi madre con angustia en sus ojos.
-No lo sé aun, Dolly- le respondió apretando los puños
-Padre no volveremos a irnos como lo hicimos… ¿Verdad?- le preguntó John.
-Ellos son los intrusos, nosotros no tenemos por que huir- estallo Will sin perder la paciencia, Wendy lo tomo de un brazo y miro a papá de manera suplicante.
-Sí, tienes razón, ellos son los intrusos pero aun no sabemos que es lo que quieren- estudio cada palabra mi padre.
-Seria cuestión de hacerles una visita, y saber que buscan, ¿no?- escuche la voz de Andy que hablaba por primera vez.
-¿Pero no seria arriesgado?- pregunte alarmado, mi madre tomo mi mano para tranquilizarme y la mire pidiéndole una respuesta.
-Hijos, acérquense, tenemos un tema que tratar- llamó mi padre, pude en ese momento entrar en su mente y saber que pasaba, pero por respeto preferí no hacerlo, nos sentamos los recién llegados para escuchar lo que tenían que decirnos viéndonos las caras y pidiendo una explicación sobre aquel olor y lo que pasaba –Bueno, como sabrán algo no esta bien…y es que nos ha llegado visita- comenzó.
-Como así que visitas, papá, explícate mejor- cantó Wendy
-Calma hija…verán, lo que se avecina no es nada normal, y puede ser peligroso- note como mi padre clavaba sus ojos en Wendy al decir la palabra “peligroso” –Hace doce años nos alejamos de esto, y al parecer nos ha seguido aquí.
-Quieres decir que…
-Si, Will, han venido, los reconozco por su repugnante aroma- al ver la seriedad de Luperth, mi padre, se me erizaron los pelos, no sabia aun que era lo que sucedía, ¿Quiénes eran esos sujetos?
-Papá… ¿de quienes hablas?- quise saber, el solo me miro ahogando una respuesta, desvié la mirada para encontrar la de Wendy y luego la de Will.
-¿Qué sugieres que hagamos Luperth?- pregunto mi madre con angustia en sus ojos.
-No lo sé aun, Dolly- le respondió apretando los puños
-Padre no volveremos a irnos como lo hicimos… ¿Verdad?- le preguntó John.
-Ellos son los intrusos, nosotros no tenemos por que huir- estallo Will sin perder la paciencia, Wendy lo tomo de un brazo y miro a papá de manera suplicante.
-Sí, tienes razón, ellos son los intrusos pero aun no sabemos que es lo que quieren- estudio cada palabra mi padre.
-Seria cuestión de hacerles una visita, y saber que buscan, ¿no?- escuche la voz de Andy que hablaba por primera vez.
-¿Pero no seria arriesgado?- pregunte alarmado, mi madre tomo mi mano para tranquilizarme y la mire pidiéndole una respuesta.
-Seria arriesgado, pero tenemos que hacerlo, hijos y cuento con ustedes- hablo Luperth, todos asentimos y quedamos en darles una visita a los intrusos.
Después de que la charla terminó, subí a mi habitación y me puse a escuchar un disco compacto, Angels mi canción favorita del momento, simplemente escuchar al grupo Within Temptation me relajaba de tal forma que me hacia olvidar todo y cuando estuve a punto de quedarme dormido entro Wendy a mi habitación.
-Ethan, ¿que opinas de lo que está sucediendo ahora?- me hablo mientras se sentaba en una esquina de mi cama.
-No sé qué pensar Wen, no quiero dejar Aberdeen, solo porque hallan aparecido esas personas- le respondí mientras me sentaba y cruzaba las piernas, le di espacio para que ella me imitara y estuviera mas cómoda.
-Se notaba que papá hablaba en serio, yo sinceramente no quiero ir mañana a verlos- dijo Wendy mientras desviaba la mirada.
-¿Qué paso exactamente, hace doce años? Quiero que me cuentes…
-No Ethan, eso fue lo mas horrible que pude haber visto…
-Quiero saberlo Wen, confía en mi, ¡oh! ¡Vamos!- le supliqué, desenrosque mis piernas y me acerque mas a ella tomándola de la mano.
-Papá me hizo prometer que no hablaría sobre esto, Ethan- me miro suplicante para que no insistiera, pero era en vano que dejara de insistir.
-Te prometo que no diré nada hermana, pero quiero saber la razón de aquella huida…por favor- apreté su mano esperando a que por fin me contara. Sin poderse resistir más comenzó a redactarme cada escena que vio aquel trágico día, cada vez mas se me ponían los pelos de punta, y no podía creer lo que me decía, pero era verdad, todo aquello resultaba tan ficticio.
-Y eso fue lo que paso… no pude dormir después de eso- me abrazo y la rodee con mis brazos hundiéndola mas hacia mi, duramos así minutos ya que un ruido muy conocido nos hizo despertar.
-¿Veras ensayar a Andy?- me preguntó Wendy secándose algunas lagrimas.
-No, había olvidado que tengo que realizar la tarea de trigonometría, y estudiar la clase de biología- le conteste con una sonrisa.
-Bueno, suerte- me dijo al final y salió de mi habitación casi dando brinquitos agraciados.
Eran las seis de la tarde cuando comencé a realizar mis tareas, abrí la ventana para escuchar las veces que comenzaban a tocar y a parar mientras le hacían cambios a la canción que componían Andy, Michael y sus otros dos amigos, sin darme cuenta se habían hecho las ocho de la noche, cene con mi familia en silencio mientras ellos hablaban de lo que habían hecho en el día, al terminar la cena me despedí y subí como de costumbre organizando en mi mente lo que haría al amanecer y durante el día, me encerré y al acostarme abrí un libro para tener un poco de lectura ligera antes de dormir, pase algunas veintiún paginas y me quede dormido…
"Estaba todo oscuro, y caminaba sin rumbo, vi un lumbral y al acercarme llegue a un frondoso bosque donde vi a una mujer, tan blanca como la nieve y ojos escarlatas, tenía una risa seductora, sus ondulados cabellos le daban a la cintura, estaba sentada erguida sobre una roca, llamándome, hipnotizado me fui acercando a ella, pero al llegar sus blancos y perfectos dientes relucieron en su rostro, sangre empezó a salir de sus ojos, quise alejarme pero no podía, mire alrededor y los arboles también parecían llorar sangre a cantidades, empecé a desesperarme y todo comenzaba a cambiar, los arboles se convertían en cadáveres humanos bañados en sangre, fije los ojos en la misteriosa mujer y esta abrió su boca para morderme".
Al despertar el martes por la mañana el sol estaba oculto entre las nubes, y pequeñas gotas finas caían, me aliste y fui con mis hermanos a la secundaria, la mañana paso normal, fui a clase de matemática, química y gimnasia, charlé con mis amigos en la cafetería y salí a buscar un material de apoyo para biología, después de eso me fui con mis hermanos de nuevo a casa, el olor no desaparecía y la visita no daría marcha atrás, cuando papá daba una orden había que cumplirla.
Al despertar el martes por la mañana el sol estaba oculto entre las nubes, y pequeñas gotas finas caían, me aliste y fui con mis hermanos a la secundaria, la mañana paso normal, fui a clase de matemática, química y gimnasia, charlé con mis amigos en la cafetería y salí a buscar un material de apoyo para biología, después de eso me fui con mis hermanos de nuevo a casa, el olor no desaparecía y la visita no daría marcha atrás, cuando papá daba una orden había que cumplirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario