viernes, 24 de julio de 2009

Inocentes.

El camino se me hizo largo debido al morbo de ser descubiertos en algún momento, me acerque a Wendy y a Andy que estaban parados como piedra.
-¿Qué pasa?- quise saber.
Wendy me señalo el camino con su dedo índice, había una larga línea roja que indicaba como llegar al gimnasio.
-Los guardias se están acercando- aviso John que acababa de llegar. Wendy corrió siguiendo la fina línea que se curvaba en la pared formando agraciadas ondulaciones, al parecer quien lo había hecho se había divertido con su sádico juego.
Llegamos a la puerta central del gimnasio mirando las marcas de manos rojas por todos lados de la puerta.
-Abre, Wen- ordeno John tragando saliva.
Wendy empujo la puerta y sus manos automáticamente fueron a parar en su boca, Andy se puso tenso y John cerró los ojos y apretó los dientes, dude por un segundo mirar pero no resistí la tentación: El cuerpo de Scott Mariótti colgaba desde uno de los aros de Básquet, tan pálido como el yeso, con sus ropas raídas, con mas de una mordida y sus ojos desorbitados reflejando horror y temor.

-¿Pero quien tiene una mente tan descabellada?- gruño Wendy.
-Lo sabemos perfectamente- espetó Andy mirando aun el cadáver.
-Dices que viste en tu visión a uno de ellos- recordé.
-Si- asintió John.
-Es una lastima que su muerte halla sido tan...divertida, ¿puede ser?- se acercaba el vampiro oliváceo.
-Cuentas tus horas- amenazó John perdiendo los estribos. Mire a nuestro nuevo acompañante.
-Solo que, esto no es algo que, haríamos- lo ignoro el vampiro cruzándose de brazos.
-¿Como pruebas eso?- se acerco John temblando de ira apunto de entrar en fase.
-No deberíamos atacar aquí- le tome del brazo sabiendo sus intenciones.
-Eso te lo puede responder, Ethan- canto la voz de Alissa apareciendo detrás de Oscar –Quien se halla alimentado de este miserable humano no es de mi familia.
-El no lo hizo, John…pero si se lamenta no haber podido divertirse con Scott- murmure para calmar a John, Andy lo tomo del otro brazo para ayudarme.
-E ahí la respuesta- volvió a hablar Alissa petulante arrastrando cada una de las palabras.
-Si, verdaderamente lamento no haberlo hecho yo- se quejo Oscar dándome la razón con la vista fija en el cadáver.
-¿Qué hacías aquí entonces?- interrogo Andy dedicándole una mirada envenenada.
-Solo estuvo en el sitio equivocado, Cromwell- vocifero Natalie apareciendo detrás de Alissa con sus manos atrás y gesto angelical –A Oscar no se le puede acusar de eso- señalo al cadáver -hasta probar todo lo contrario- sonrió
-Es curioso que siempre están en el sitio equivocado, entonces- el sarcasmo broto de Wendy.
-¡Solo investigamos!- grito Alissa con ira.
-Vaya manera de investigar- la fulmine –Y cálmate…no deberías ponerte nerviosa- sonreí agriamente.
-Ustedes siempre aparecen, cuando no han sido…
-Tenemos derecho, es nuestro territorio, vampiro- interrumpió Andy a Oscar.
-Ustedes no son los únicos que pueden invadir territorios, les recuerdo…
-Mi padre tenia que salvar a Wendy…no iba a dejar que la asesinara, Alissa Hawkind, si a eso quieres llegar- esperaba haberle quitado las palabras de la boca. Alissa me miro con su típica hostilidad.
-El será vengado, perro, no creas que se ha quedado así- se acerco a mi calculadora, sentí su aliento frio en mi rostro y de repente John quiso atacarle –Es una pena que no puedas ver a través de mi, Cromwell…se lo mucho que te frustra no poder hacerlo- se rio en mi cara ignorando el forcejeo de John.
-Esperamos que intenten vengarse- hablo John enseñando una ancha sonrisa.
-Esto…será mejor que descarten la idea de acusarnos de asesinatos que no hemos cometido- espetó Oscar tomando a su hermana vampira del brazo para alejarla de mí, se lo agradecí.
-Si, dejaremos de sospechar de ti especialmente- la voz de Wendy sonó como si tratara de ocultar la incredulidad mientras miraba el cuerpo del que había sido amigo de John. Oscar miro el cadáver y gruño algo inaudible.
-Los guardias y los forenses se acercan- informó Natalie girando su cabeza hacia la puerta –Será mejor que nos vallamos Alissa, Oscar.
-Si- aceptó la vampira –Cuídense, Lobos- nos dedico una última mirada y salió caminando de manera despreocupada del gimnasio. Oscar miro por última vez de donde colgaba el cuerpo y mostro una burlona sonrisa antes de salir, por ultimo Natalie miro a Wendy ceñuda y revoleando los ojos giro un poco para encararnos.
-Cuídense- recordó la vampira divertida, nos giño el ojo con sonrisa picara y desapareció con una elegante gracia al caminar. Wendy apretó los dientes.
-No es envidiable su forma de caminar, Wen- desaprobé y ella se sonrojo enojada –Perdón por escuchar eso- sonreí –Pero llevo razón.
-No vuelvas a hacer eso Ethan o te arrepentirás- se cruzó de brazos.
-Vamos- apuro Andy encabezando la marcha, los cuatro salimos con cautela del gimnasio sin mirar al cadáver.

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-¡¡YA NO MAS…ESTO SE TIENE QUE ACABAR!!
-Cálmate Luperth- le miraba Dolly asustada.
-¡¡No puedo, ya esto es lo ultimo que podemos dejar pasar!!- caminaba mi padre de un lado a otro.
-Pero hay un problema, papá- comento Wendy.
-¡¡¿Qué?!!- quiso saber.
-Ethan, vio en la mente de Oscar que no habían sido ellos- informo –Son “inocentes”.
-¿Es eso verdad?- se dirigió a mi con sus ojos llenos de furia.
-Si…eso fue lo que pude leer en su mente- me encogí de hombro –Pero con esta muerte los ciudadanos no dirán que fueron lobos, seria extraño sacar esa conclusión, así que por ese lado nos podemos quedar tranquilos.
-A parte, quieren vengar la muerte de Logan…Alissa sonaba decidida- dijo Andy ceñudo.
-Y lo esta- estuvo de acuerdo Luperth –Pero no me tomara desprevenido, atacare primero- golpeo la mesa.
-Atacaremos querrás decir- corrigió Will hablando por primera vez -Es evidente que ya no son siete chupasangres, quien sabe cuántos son ahora- cabeceo Will de un lado a otro.
-Ya que los Hawkind no fueron los atacantes, entonces estos vampiros desconocidos…
-Si, Andy, ellos son los que acabaron con la vida de los chicos- apoyo Will la conclusión de Andy.
-Necesitamos refuerzos- apunto John.
-Si- acepto Luperth desarrollando un plan en su cabeza.
-Llamare a Michael, y que venga con su padre- se ofreció Andy.
-Damián estará más que gustoso en venir, también le avisare- me encogí de hombros dando la idea.
-Pero… ¿Quién mas podría venir?- pregunto Will.
-Madeleine querrá venir- canturrio Wendy dándole con el codo a Will.
-Enana- la abrazo por el cuello rascándole la cabeza.
-¡Basta!...no estamos para juegos- regaño Luperth. Wendy y Will se quedaron inmóviles clavando la mirada en Luperth, no muy contentos por interrumpir su juego.
-Esto tiene que acabar, y será por nuestra propia cuenta- gruño Luperth frotándose el mentón.
-Hay que tener cuidado con los habitantes de Aberdeen, los pondríamos en peligro- recordó Dolly preocupada.
-Mas del peligro en el que están, no creo- bufó Luperth haciendo caso omiso a lo que había dicho Dolly.
-¡Pero no podemos correr más riesgos!- grito mi madre.
-¡Y que pretendes que hagamos entonces, Dolly!- exigió Luperth sabiendo que Dolly no tendría la respuesta para contradecir, se sintió victorioso.
-Es mejor que nos calmemos- propuso Andy alzando la voz.
-Solo diré esto por última vez: Iremos a buscar a los vampiros, atacaremos, y si es de perder a alguien en el intento pues así será…y el tema queda concluido aquí- puntualizó. Le miramos sin decir una sola palabra y segundos después salió del recibo sin mirar a nadie.
-¿Qué seguirá ahora?- me pregunte a mi mismo -¿La vampira desconocida de mi habitación, estará metida en esto?

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N: Que tal eh? xD ya por fin se descubrió que los Hawkind son libres de toda culpa, que pasará después??? Según tengo entendido este es el cap final...del libro de Ethan por decirlo de alguna manera, luego subiré el prólogo de Alissa, para dar paso a todo lo que ha pasado desde el punto de vista de Alissa y por lo tanto de los Hawkind...
Espero les haya gustado este cap :)
Besos.

P.S: No puedo subir imagenes T.T y tenia una genial para el cap...

jueves, 2 de julio de 2009

Preguntas, Dudas y Negligencias.


Las horas pasaban y había olvidado que tenía que cenar, el estómago me rugía ferozmente, me eché fuera de la habitación imaginando cual había sido la cena que había preparado mamá, todas las luces de la casa estaban apagadas ¿Qué hora era que todos dormían?...sorprendido del tiempo que había perdido leyendo, lo que había sido un defraude total, llegué a la cocina, caminé directo al refrigerador, lo abrí y en el centro de la nevera estaba mi cena, la tomé y la metí en el microondas para calentarla, me apoyé del mesón con los brazos cruzados.

El grupo de vampiros había sobrepasado los límites, habían asesinado lo suficiente y nosotros se los habíamos permitido, a este tema había que ponerle un punto final, pero… ¿Dónde se había metido el mayor Alph? ¿Por qué no había hecho lo prometido? Se suponía que iríamos a enfrentar a los vampiros a la mañana siguiente, y nunca fuimos, pero ¿Qué estábamos esperando? ¿¡Otro asesinato!? -probablemente- ¿Pero, quien sería el siguiente? ¿A quién tenían que matar para poner por fin un ultimátum?...todo estaba fuera de control, lo que había averiguado sobre sanguinarios no servía de nada porque era algo realmente estúpido, simples leyendas que no valía la pena ponerlas en prácticas tratándose de algo serio… recordé de nuevo la historia de Damián. Era todo lo que tenía en mente, a las tres hermanas: Yónica, Casandra y Nettie, ya no lo soportaba mas, las veía quemándose en la hoguera riéndose de los pueblerinos.

Mi padre tenía que hacer algo de una vez para detener esto…el mayor Alph, el lobo marrón a quien imaginaba como un anciano de cabellos blancos, se había lavado las manos, o en este caso las patas. La noche de la reunión cuando hablaba sonada decidido y sabio, era reconfortante, un gran líder hasta que la reunión fue interrumpida por cazadores, desde esa noche no habíamos vuelto a saber de él ¿Los cazadores le habrían disparado? No, no creo, de todos los lobos él era el más rápido, a pesar de ser un anciano, pero entonces que estaría tramando, a que se debía su desaparición, los meses habían pasado y nada se sabía de él o de su petulante seguidor Jef, un lobo rojizo y con una enorme cicatriz, era extraño no saber de él tampoco, pero ¿Cuándo fue que se descontroló todo? Quise poner en orden mis pensamientos. Un agudo sonido que venía del microondas me sacó de mi meditación, a pesar de ser bajo hizo eco en toda la cocina, temí despertar a alguien. Mi cena estaba caliente, lista para digerir. Saqué el plato y me senté en la mesa para probar el primer bocado de lasaña.

>>Primero, asesinan a un chico en el bosque, y nos echaron la culpa de todo, principalmente a mí porque encontraron unos cuantos pelos de lobo gris. Y por esa negligencia no podemos transformarnos constantemente en lobos para salvarnos de los cazadores.
>>Segundo somos emboscados por los susodichos, una persecución penosa, esa noche temí que hirieran a uno de mis hermanos, todo se había convertido en un total desastre, lobos corriendo a todos lados ladrando y aullando temiendo por sus vidas, todo un matiz de colores, un retrato vivo de la desesperación.
>>Tercero, desaparece el lobo mayor, sinceramente algo desalentador.
>>Cuarto, mueren más de veintiocho chicos víctimas de hambrientos muertos vivientes. Pasan los meses y nosotros los licántropos no hacemos nada al respecto.

-¡Vaya cosa!- reproché.

Era desesperante todo este asunto, y eso poniendo a parte a mi visitante misteriosa, las dos noches que había tenido encuentro con ella no me había afectado su aroma en absoluto, no había podido entrar en su mente y no había podido ver su rostro, pensar que había desaparecido no me tranquilizaba, estaba cerca y eso lo presentía, solo podía relacionarla con un miembro Hawkind, pero había algo que no encajaba en el rompecabezas de mis dudas.
Me lo preguntaba una y otra vez, pero no encontraba una respuesta razonable: ¿Por qué estar cerca de una vampira desconocida no me quema la nariz y al acercarme a Hawkind siento repulsión y asco? ó ¿Por qué entro en la mente de todos los vampiros y al entrar a la mente de Alissa, me bloqueo completamente sintiéndome vulnerable por no poder escuchar sus pensamientos…llega mi visitante desconocida y tampoco puedo leer lo que piensa? y ¿Por qué no le soy repugnante a mi invasora pero al ver a los Hawkind, noto como ellos arrugan sus pálidas caras? ¿Estarán fingiendo que les repugnamos para despistarnos?...no encontraba sentido a mis preguntas mezcladas con una posible respuesta.

Levanté la vista hacia el ventanal de la cocina y me sumergí en el cielo, la luna cuarto menguante apenas iluminaba. Mis conclusiones seguían viajando de manera distraída.

-No deberías estar despierto a estas horas, Ethan- me envaré en la silla atragantándome del susto.
-Ni tú, que haces levantado, Andy?- le miré tratando de tragar.
-Tenía sed- se encogió de hombros.
-Y yo hambre- me reí después de poder engullir.
-Vale, pero si viene mamá te ganarás una riña, así que…- bebió jugo de naranja, lo saboreó y después trago con gusto haciendo ruido al tomarlo -…Es mejor que subas.
-En un rato- lo miré desaparecer de la cocina…me levanté y lavé el plato, el reloj del micro marcaba la una y diez de la madrugada, ver la hora me dió sueño de repente y subí a mi habitación.

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-¡Pero qué demonios pasa!- gritó John frente al volante.
-Quien sabe?- movió la cabeza Wendy.
-¡Háganse a un lado!- tocaba la bocina. Pero la gente hacía caso omiso a nuestro apuro.
-Presiento que esto no está nada bien- habló Andy mirando por la ventanilla.
-Sera mejor que nos bajemos aquí, John… ¿John?- lo movió Wendy –¿John que pasa?- lo siguió moviendo. John estaba petrificado con la mirada perdida.
-¿John, que estás viendo?- se acercó Andy al asiento del conductor.
No pasó mucho tiempo para que nuestro hermano reaccionara, nos miró a todos tratando de explicarnos con la mirada lo que había visto.
-Es…es uno de mis compañeros de clases- habló distraído tratando de recordar lo que había visto.
-¿Qué paso con él?- pregunté ceñudo tratando de descifrar su mirada.
-Está en el gimnasio- dijo al fin.
-Ves que tu compañero está en el gimnasio, que interesante- bufó sarcástico Andy acomodándose otra vez en el asiento trasero.
-No, no me han entendido…con el está el vampiro Hawkind.
-¡¿Qué?!- gruñó Wendy.
-Será mejor que vallamos a ver qué sucede- hablé quitándome el cinturón de seguridad. John encontró un espacio libre en el estacionamiento de la secundaria y los cuatro nos bajamos entre la multitud que caminaban de un lado a otro. Miré buscando alguna cara conocida pero no podía con tanta gente tropezándome, Wendy me tomó de la mano y me guió hasta un espacio vacío que logré ver, la gente más se aglomeraba en ese punto hasta que entendí el por qué…había una cinta amarilla que dividía un gran tramo del edificio al estacionamiento, habían unos cuantos guardias con sus rifles en la mano para hacerse más intimidantes y poder controlar a los curiosos sedientos de evidencia.
-¿Cómo iremos al gimnasio?- pregunto Andy mirándonos en busca de solución.
-Veamos por la parte de atrás- propuso Wendy.
-Todo está atestado de gente- contradije.
-Caminemos a ver por el lado de la cafetería- desapareció John, sin más remedio le seguimos haciendo espacio entre las personas que tratábamos de apartar, y en efecto la cafetería estaba sola, solo una cinta amarilla nos dividía de ella pero lo mejor era que guardias no habían. Entramos agachados cuidando que no nos descubrieran, de vez en cuando Wendy echaba una ojeada para ver si nos veían de algún lado pero no había peligro alguno. Atravesamos la cafetería y la siguiente puerta nos dejaba cerca de la pequeña plaza de la secundaria…como suponía habían algunos guardias caminando de un lado a otro.
-Genial, el edificio completo está custodiado- se quejó Andy.
-Vamos por acá- indicó Wendy. Alejándose entre un pequeño callejón que dividía el edificio cuatro del edificio tres, pasamos sigilosamente, ya nos acercábamos al gimnasio, otros dos edificios más y listo.
-Cuando aquel guardia se aleje nos…
-¡Shh!- le tapo la boca John a Wendy, nos pegamos todos a la pared deseando no ser descubiertos, el director estaba caminando de un lado a otro nervioso tratando de hablar con uno de los guardias.
-¿Cuanto tiempo tardarán en llegar los forenses?- preguntaba el director con una risita histérica…

Dejé al descubierto mi ojo izquierdo para verlos alejarse.
-Se han ido- avisé.
-¡Bien!- echó a correr Wendy desapareciendo de nuestra vista.
-¡¡Wen…Wen!!- llamó John enojado –¡Te descubrirán, vuelve aquí ahora mismo!- pero no obedeció, siguió su ruta, Andy no lo pensó y corrió tras ella.
-Esto es de película- chilló ceñudo John.
-Ya conoces a Wendy, ama el peligro- me encogí de hombros indiferente – y Andy va por el mismo camino.
-Que buena influencia- se quejó.
-Qué más da, ya estamos aquí- mire por última vez para ver si estaba todo despejado, era un alivio que los guardias estaban del otro lado, empecé a correr.

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N: Y aquí termina otro cap, genial cierto?? Será que Ethan logrará las respuestas a sus preguntas? Son muchas cierto? Yo digo que entre toda esa maraña hay algo que se está perdiendo, espero lo vea pronto, por el bien de todos.

Les daré un pequeño adelanto del siguiente cap, se llama "Inocentes" el título habla por sí solo cierto?

Nos vemos en la siguiente actualización.

Vaya, hoy estoy de gran humor, a lo mejor será porque pronto tendré participación, ya sabrán de que hablo ;)

Besos mordelones ;)

Alissa.